Claves para facilitar la concentración

Durante la concentración, sobre todo en los inicios, aunque uno trata de fijar la atención en el símbolo u objeto de concentración, los vrittis o procesos de pensamiento existentes y muy a menudo en constante movimiento, constituyen un obstáculo.

Esto es debido a que la fuerza mental no se ha desarrollado lo suficiente como para bloquear o detener la constante expresión de los procesos de la consciencia. En la medida en que la fuerza mental se intensifique, adquiera poder, los movimientos del pensamiento serán menores y la concentración irá ganando en tiempo y en facilidad.

Mientras tanto, en los primeros compases de este samyama inicial será conveniente conocer ciertas claves o   normas de actuación que faciliten este audaz comienzo.

Recordemos que la concentración es la fijación de un símbolo u objeto (una forma, imagen, mantra, luz), una sensación, un sentimiento, una conexión, etc., con exclusión de todo lo demás. A esto, hay que añadir que uno debe ser consciente de que está practicando la concentración. Fijación del pensamiento y conciencia de dicha fijación.

El proceso de concentración consta de tres elementos: el sujeto, aquel que observa; el objeto, aquello que se observa; y el proceso de concentración, fijación continuada del sujeto en el objeto y acercamiento de ambos.

Cuando el sujeto, en dicho proceso, se acerca al objeto o el objeto al sujeto el proceso de concentración se va intensificando hasta que los tres se hacen unidad y en esa eclosión unitaria tiene lugar un estado de perfecta vacuidad o disponibilidad absoluta, donde un vehículo nuevo de consciencia permite percibir nuevas realidades en el camino del espíritu.

Éstas son las diversas experiencias que tienen lugar: unas veces místicas, otras en forma de capacidades paranormales, tendiendo siempre hacia la liberación del espíritu y el amor incondicional. Todo esto debido a que el meditador se sitúa en niveles de consciencia o planos de existencia por encima de lo habituales.

Las siguientes claves van a facilitar la concentración.

  • La primera clave es la perfecta elección del objeto. Saber elegir el objeto. Elegir en lo posible con el corazón y no con el pensamiento. La atracción del objeto por el sujeto es indispensable en este proceso, el objeto debe acaparar la atención lo que facilita la concentración, luego dicha elección es una de las claves.
  • En segundo lugar, durante la concentración vigilar la posición corporal, debe mantenerse en todo momento firme y estable. La concentración depende de la posición.
  • Tercera condición, el objeto debe fijarse en un espacio de calma de pensamiento y contento interior o paz de corazón. Cuanto más sea la calma de pensamiento más fácil será la visualización del objeto y la concentración en él.
  • En cuarto lugar, cuando la mente se canse o comience a distraerse con frecuencia, descansar centrando la atención en la respiración en ujjâyi durante varias veces. La respiración refresca la mente y la relaja. Después continuar la concentración.

Estas claves serán de ayuda sobre todo en personas que se inician en la concentración y meditación.

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