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El desapego y la abnegación

EL DESAPEGO (vairagya). 

Cuando un practicante se ha liberado de los deseos de los objetos de los sentidos, incluso de los que ya ha experimentado y de los que ha oído  hablar o conocido literariamente, es decir de todas las limitaciones o superposiciones (upadhi), la propia ausencia de todo deseo se denomina vairagya, el desapego.

Todas las experiencias que se relacionan con el abanico del conocimiento sensorial personal se llama drishta. No confundir con renunciar a los deberes familiares ni sociales sino más bien abandonar raga (placeres insanos) y dvesha (aversión hacia los demás),  es decir atarse a lo que produce placer y desarrollar aversión hacia los demás, ambos son causa de sufrimiento.

Dicho de otra manera, un individuo puede liberarse en esta vida desapegándose de los buenos y malos efectos de sus acciones.

Lo que importa en la meditación no es lo que uno hace o deja de hacer en la vida exterior; es la vida interior, la vida de inhibiciones, de supresiones, de complejos la vida de los errores mentales y psíquicos. Todo esto juega un papel decisivo en la meditación. Vairagya nos llama al equilibrio, a la integración de lo vivido, a un sentimiento de amor y compasión por todos, por ello es un elemento para eliminar los sufrimientos subconscientes y por lo tanto indispensable en la meditación.

Luego vairagya aflora como una expresión de pureza y de calma de la mente y facilita en gran medida el samâdhi.

Las tres fases de vairagya:

En la primera fase todos los placeres y sufrimientos que puede experimentarse hacia los objetos del mundo permanecen vivos en la mente. Uno hace por   controlar las pasiones y los deseos naturales tales como la tendencia a la ira, a la violencia a la mentira y otros. Esta fase está marcada por la lucha cuyo objetivo es superar los efectos de raga y dvesha aunque el éxito sea mínimo.

En la segunda fase, ciertas manifestaciones de raga y dvesha son controlados por la mente, pero ciertas manifestaciones incontroladas subsisten todavía.

En la tercera fase, el aspecto consciente de raga y dvesha se manifiesta completamente y el espíritu se libera de ello.

 Luego podemos decir que al principio hay un esfuerzo que no tiene éxito, en el estadio hay un éxito parcial y en el tercer estadio el aspirante consigue completamente superarlo, aunque sus raíces pueden subsistir todavía.

Más allá de esta forma de vairagya hay una forma superior donde uno se libera de los gunas debido al conocimiento del purusha, lo que se denomina paravairagya.

DIFERENTES TIPOS DE APEGOS

“Para trabajar el desapego tratar que otras personas se desapeguen de lo  que les hace sufrir”. De igual manera que para estar en paz hay que conducir a los demás hacia un estado apaciguado cooperando en la eliminación  de sus sufrimientos.

El apego es una atadura ficticia que crea una aflicción intensa, que a menudo no se llega a comprender por necesidades, por poca autoestima, y cuyo desencadenante hay que tratar desde el amor, la comprensión y la dedicación al âtman.

Diferentes tipos de apego:

1º.- Apego por el amor humano condicionado.

2º.- Apego por desamor (injusticia aparente).

3º.-Apego por pérdida (separación).

4º.- Apego por falta de comprensión debido a influencias nefastas.

5º.- Apego por duelo (fallecimiento).

6º.- Apego familiar. Exceso de preocupación o desvelo sin necesidad.

7º.- Apego al poder, al dinero y al sexo.

8º.- Apego por la evolución espiritual.

Dentro de todos estos apegos debido, a como ya hemos visto, a raga y dvesha están prácticamente comprendidos la mayoría.

APLICACIÓN PRÁCTICA PARA LA  SUPERACIÓN DEL APEGO

Utilizaremos para su eliminación los siguientes  ejercicios:

1º.- Elevación de la energía (salutaciones, âsana, prânâyâma, nidra).

2º.- Repetición del mantra conveniente. 

3º.- Aceptación y comprensión hacia la persona apegada.

4º.- La voluntad en la creencia de lo supremo.

5º.- Progresión en la conducta hacia el desapego según las fases indicadas        en las explicaciones anteriores.

LA ABNEGACIÓN

Abnegación, abnegarse del latín abnegatio, negarse a sí mismo en sacrificio de Dios o del prójimo. Los propios deseos o afectos o intereses en beneficio de otras personas.

Tipo de virtud moral que consiste en el sacrificio espontáneo  o por medio de la voluntad de los propios intereses, deseos en incluso la propia vida a favor de otros o de todos. A veces, es una forma de altruismo que exige inmolación y crea cohesión social, aumenta la vibración y se ofrece al servicio de Dios.

Cuando el motivo de la abnegación es Dios entonces adquiere un especial sentido de sacrificio que significa hacer sagrado algo, aquello que renunciamos por amor se lo ofrecemos a Dios.

A veces la abnegación consiste en renunciar a la propia voluntad y hacer la voluntad del creador. “Hágase tu voluntad y no la mía”

Otras veces, también se llama abnegación al acto o ideas contrarios  al egoísmo y en este sentido la caridad, el desinterés, el altruismo y la filantropía pueden entrar, según sus fines,  a formar parte en una u otra de las variedades definidas.

En el orden meramente humano la abnegación puede considerarse como un bien a conseguir, como conseguir un triunfo académico, deportivo, artístico o estético, pero admiramos la abnegación cuando está motivada por el amor al prójimo, por ejemplo el bien de la familia o el servicio a los necesitados o el amor a la patria

“La abnegación para considerarse como tal ha de tener como finalidad el bien supremo.”

APLICACIÓN PRÁCTICA PARA CONSEGUIR LA ABNEGACIÓN

Esta aplicación que tiene lugar en el mundo externo e interno conlleva diversas etapas y conductas diversas: presencia, control de los sentidos, una mente clara, discernimiento, voluntad, desapego, paz de corazón, sensibilidad, comprensión, conocimiento, pura creencia, y amor a todo lo creado,   entre otras.

Todas estas cualidades que se irán desarrollando progresivamente como despertares a la verdadera vida, se verán respaldadas por los diferentes ejercicios yóguicos (reflexión sobre sí mismo y los demás, yamas, prácticas meditativas y devocionales…) durante la experiencia práctica en soledad y bajo las instrucciones de un maestro competente.

“La abnegación es uno de los fundamentos de la evolución espiritual”